En una semana dos clientes nos pidieron reuniones para hablar de containers y de docker en particular.
Con las reuniones ya realizadas tengo algunos puntos que me gustaría compartir con ustedes en una serie de posts aquí, en linkedin.
Para estas reuniones me preparé como para cualquier reunión que hago con el nombre de wetcom encima.
A estas reuniones uno va mas a escuchar que a proponer inicialmente, pero algo dentro mío me decía que tenía que volver a revisar todo una vez mas.
Luego de hacer el ejercicio una vez más quedó claro que a estas reuniones, sobre contenedores, no iba a ir solo a escuchar.
Después de trabajar con tecnologías de vmware durante los últimos 10 años uno se acostumbra a ciertas cosas. Bajar la vara de las funciones básicas que ofrecen las tecnologías de virtualización actuales no es una opción.
Después de esto, estaba dispuesto a escuchar cualquier cosa que el cliente estuviera dispuesto a contar.Incluso estando seguro de estar seguro del mensaje que quería llevar a la mesa aún había dudas.
Básicamente esto se debía a que quienes nos están comenzando a llamar para hablar de contenedores no son los mismos interlocutores de siempre.
Una vez explicado mi punto de vista, ya les digo cuál es, todo el mundo se unió en una única línea de visión sobre el tema.
Mi punto de vista, ahí va.
Si uno mira el sitio web de Wetcom lo único que va a encontrar relacionado a contenedores es un post que escribí sobre mi visita al vmworld del año pasado.
Nada mas, no hay otra cosa.
De ninguna manera alguien que no conozca lo que venimos haciendo nos llamaría para hablar de docker.
Las dos reuniones que tuvimos fueron con clientes de larga data.
Ellos consultaron si trabajamos con docker. No lo promocionamos activamente.
Vengo trabajando con alta disponibilidad, balanceo de carga automático, tolerancia a fallos hace tanto tiempo que no estoy dispuesto a bajar ese estándar.
Eso no se negocia.
Mucho menos para un cliente de wetcom, donde nos eligen justamente para hacer que sus entornos estén disponibles las 24 horas del día los 7 días de la semana.
Es decir, no me quiero involucrar, en el análisis o implementación de una nueva tecnología que no pueda cumplir con esto.
Docker es una tecnología excelente. Por momentos me hace acordar a cuando empezábamos con las primeras reuniones para implementar vmware.
Pero todavía le falta resolver algunos puntos de disponibilidad y balanceo de carga importantes. Los que conocen docker me dirán que si un containers deja de responder lo matamos y lanzamos otro.
Eso es cierto.
El problema es que no todas las aplicaciones que quieren subir ahí arriba están preparadas para eso. Su arquitectura, su ADN las hace ver como una aplicación legacy.
No me sirve docker para eso.
Sobre todo que quieren mover docker directamente a producción, lo cual se entiende.
¿Para qué podríamos poner docker si en el final de la cadena no lo llevamos a producción?.
Es por esto que recomiendo y voy a seguir recomendando montar contenedores sobre vmware. Al menos hasta que los linux que usamos como motor de docker me puedan ofrecer un nivel de disponibilidad y balanceo de carga aceptables.
Hace 10 años no hubiese dudado en montarlos sobre un linux sin alta disponibilidad. Hoy no, y no es porque me haya aburguesado. La tecnología avanzó mucho y además me gusta dormir de noche.
Las reuniones fueron bien, muy bien hay buenas intenciones de avanzar con la tecnología. Pero por sobre todas las cosas que se habló de intenciones, lo único que quedó firme fue que los niveles de disponibilidad no se negocian.
Y está bien.
¿A quién van a llamar cuando todo deje de funcionar? A la gente que maneja la infraestructura señores.
¿Te interesa saber más de docker?, tengamos una charla, veo ahí una tecnología con futuro. ¿Trabajas en infraestructura?, no me dejes solo. Hagamos que los contenedores lleguen a buen puerto.
Nos leemos…
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